domingo, 16 de agosto de 2009

Despertando del trance.

Que alguien acabe con un sueño que hemos estado pretendiendo hacerlo realidad es algo casi tan doloroso como cuando alguien te rompe el corazón. Es una sensación muy extraña, ese cosquilleo en el estómago, el sabor de tu saliva cambia, las lágrimas de impotencia por la incertidumbre del futuro, nuestro pedacito de alma busca consuelo en cualquier cosa, la gente que te quiere suele decirte "hay cosas peores" o "ya pasará", pero cómo quieren que nos quedemos tranquilos cuando alguien, cualquiera, ha tenido el valor de acabar con tu sueño en tan solo un instante, un sueño por el cual has estado luchando durante años, meses, días o lo que sea pues realmente el tiempo no importa sino lo que importa es lo que significa para ti hacer realidad ese sueño.

Por no hay de otra más que conformarnos y hacerle frente a nuestra cruel realidad, a la mala jugada que nos ha hecho. La vida nos juega sucio pero hay que aceptarlo, la vida es mucho más poderosa que nosotros y nopodemos hacer que cambie de opinión.

No hay comentarios: