martes, 28 de abril de 2009

Compartiendo mi flojera

Hola a todos, pues la verdad es que no se me ocurra nada para publicar, lo único que se hacer es meter videos del YouTube, pero para no perder es bonita costumbre y tratando de matar mi tiempo libre, le hablaré un poco de estos videos que les queiro mostrar: Tengo tres escenas del cine Clásico que quiero mostrarles.

  • La famosa escena del globo de la película "El Gran Dictador", claro protagonizada por el señor Charles Chaplin, es genial, tiene gracias, es crítica y muy fácil de comprender, es algo que todos debemos de ver porque Chaplin siempre supo como mantenernos pegados a la pantalla.
  • La segunda será de la misma película "EL Gran Dictador", está es la escena final de la Película en donde Chaplin muy en su papel de dictador concede un discurso a todos sus fanáticos, es un discurso poderoso, directo y con mucha intención, al final Chaplin no solo nos cuenta una historia sino que hace uso del cine para mandar un mensaje y reflexionar, sin duda toda una genialidad.
  • Y la tercera (porque la última siempre será la mejor) es la escena final de la cinta "Cinema Paradiso", una joya del cine, con esa sensibilidad que solo los italianos pueden tener, inspirada puramente en el neorrealismo italiano de la posguerra, una película hecha por el simple placer de contar una historia, el final es perfecto, el mejor qu ehe visto, es trágico, dramático, adorable, triste, nostálgico, sublime... escalofirantemente maravilloso, y con el plus de que esta escena está acompañada con una melodía de uno de los compositores más reconocidos en el mundo de la cinematografía, el maestro Ennio Morricone, todo esto se conjuga pera asi lograr que Cinema Paradiso se haya convertido en la cinta que cambió mi vida para siempre, algo que todos deben de ver, es increible la cantidad de veces que he visto esa misma escena y es inevitable no derramar por lo menos una lágrima, sentir esa sensacion agridulce en la garganta, no se si sea de tristeza, o de felicidad por saber y darme cuenta de que todavía tengo esa capacidad de sorprenderme y que en medio de ese dolor me alegra saber que aun siento, tanto que hasta duele.. y hasta los huesos.




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